No estoy a punto de nada, de todo, perdón.
Es cada vez más difícil.
Todavía corre agua bajo los troncos.
Últimamente toda mi ropa es verde,
se te ocurrió pintar a la gente de rojo,
y es mi culpa y lo otro también.
Sal corriendo por la avenida,
pero hasta ahí, nada más,
siempre has sabido donde parar,
No seré también culpable de tener paragüas con semejante aguacero.
La culpa, la culpa, la culpa,
como en un rito de iglesia.
debo dos misas, y no me di cuenta de lo que seguía,
fue casual, lo juro, me pondré de rodillas
o vendrán hasta los árboles a pedirme explicaciones.